Si has tenido puntos negros y espinillas debes saber que también se conocen como comedones. Es importante saber qué son exactamente, por qué salen y cómo evitarlos para que de este modo, puedas tener un cutis mucho más cuidado y con un aspecto saludable.
Tener este problema dérmico no le gusta a nadie, porque además de ser antiestético, también pueden ser dolorosos y peligrosos cuando se infectan.
Por eso, mantener un rostro limpio y unos poros desincrustados todo el tiempo resulta tan importante para tu salud dérmica diaria.
Indice
Qué son los comedones
Aunque con la introducción que te acabamos de hacer te estarás haciendo una pequeña idea de lo que son los comedones, queremos diferenciarlos para que los puedas reconocer mucho mejor desde hoy mismo.
Existen dos tipos de comedones: los abiertos y los cerrados.
En el caso de los comedones abiertos, son esos puntos negros que tienes en la piel. Las impurezas se meten dentro del poro y queda atrapada, aunque la parte superior del poro está abierta y la sustancia queda al descubierto.
Al quedar al descubierto, las impurezas que están atrapadas se oxidan por el contacto directo con el aire y por eso se vuelven de un color más oscuro en la parte superior (la interior es amarillenta).
Por otra parte, encontramos los comedones cerrados. En este caso, las impurezas quedan atrapadas dentro del poro que se cierra y provoca la espinilla o el grano (con una sustancia interna como blanquecina o amarillenta).
Éste se abulta, se enrojece y duele. Puede provocar infecciones cuando no se eliminan correctamente e incluso extenderse por otras áreas si la suciedad no se retira con cuidado.
Por qué salen
Normalmente ocurre cuando los poros se llenan de suciedad, impurezas, sebo o bacterias… el folículo de la piel se obstruye y toda esa sustancia desagradable queda atrapada. Suele inflamarse, doler e incluso, infectarse.
Es probable que estés dentro del gran porcentaje de la población que cuando se ven un punto negro, grano o espinilla, lo aprietan para extraer toda esa suciedad… Piensan que es mejor, pero nada más lejos de la realidad.
Si lo haces, extenderás la suciedad por otras partes de tu rostro provocando que te salgan más granos, espinillas y puntos negros. Por no hablar también, de que la zona se enrojecerá, te dolerá y es posible que se infecte de forma más agresiva.
Pueden salir también por cambios hormonales, la genética o simplemente por una mala higiene. Pero no pienses que es un problema solo para adolescentes, ya que a cualquier edad pueden aparecer estos terribles granos, espinillas o puntos negros en el rostro de las personas (tanto hombres como mujeres).
Pueden aparecer en la cara, pero también en la espalda y otras zonas del cuerpo. Por eso, conocer bien a este “enemigo” es tan importante, ¡tu salud dérmica está en juego!
Cómo evitarlos
Ahora que conoces mejor qué son los comedones y por qué aparecen, ha llegado el momento de que aprendas a cómo evitarlos. Así podrás prevenir que salgan y si ya los tienes, acabar con ellos y volver a tener un rostro liso y con buen aspecto.
Usa el exfoliante facial
Usar un exfoliante facial es necesario y debes hacerlo dos o tres veces por semana para conseguir buenos resultados. Más de estas veces no es buena idea porque podrías dejar a tu rostro vulnerable a agresiones externas al haber eliminado la barrera protectora de tu cutis.
Y hacerlo menos veces tampoco es buena opción porque no conseguirás los resultados deseados (por ejemplo, si lo haces una vez cada dos semanas). En este sentido, es buena idea que te marques unos días en tu calendario semanal de belleza para exfoliar tu rostro.
Eso sí, tendrás que hacerlo con un exfoliante casero o comercial, pero de confianza y con ingredientes totalmente naturales que te permitan una exfoliación poco agresiva.
Los exfoliantes que tienen partículas demasiado grandes para una exfoliación mecánica podrían causarte irritaciones innecesarias.
También está la opción de la exfoliación química o de las mascarillas exfoliantes, pero en cualquier caso, lo que importa es que encuentres un producto que se adapte a ti, a tus características dérmicas y que pueda eliminar toda esa suciedad y desincrustar tus poros.
Cuando exfolias tu rostro, estarás eliminando todas las células muertas, permitirás que se regenere tu dermis entre exfoliación y exfoliación (deja que pasen al menos dos días) y tu piel estará más joven, suave y con un aspecto mucho más saludable.
Descubre mucho más sobre este tipo de productos: todo lo que debes saber sobre el exfoliante.
Limpia tu rostro
Además de utilizar un buen exfoliante facial dos o tres veces por semana, a diario no podrá faltarte una buena limpieza de cutis. Esto es fundamental para que tu rostro esté limpio cada día, durante las 24 horas.
Para ello, asegúrate de que te desmaquillas la cara totalmente y que luego utilizas un limpiador de confianza como un agua micelar u otro que funcione bien con tu cutis. Luego del limpiador tendrás que usar un tónico facial para cerrar los poros y el proceso de limpieza.
Justo después tendrás que usar el exfoliante facial los días que los utilices. A continuación, emplea el contorno de ojos y labios, el sérum facial y la crema hidratante para completar la rutina.
Por supuesto, siempre tendrás que utilizar cosméticos de calidad, con ingredientes naturales y sin químicos que puedan perjudicarte de alguna manera.
Mantén buenos hábitos
Para mantener una buena piel, debes mantener buenos hábitos también, para ello: come y duerme bien.
Mantener una alimentación equilibrada es muy importante para que se refleje en tu dermis, alimentos que te ayudarán a estar mejor hidratado/a por dentro y or fuera como frutas, verduras y hortalizas.
Que no te falten vitaminas y nutrientes… si no sabes cómo puedes mejorar tu dieta, habla con tu nutricionista.
Dormir bien también es esencial para mantener una piel radiante, aunque eso sí, intenta tener siempre las sábanas limpias porque se llenan de bacterias y puede afectar a tu salud dérmica. Cambia las sábanas de manera regular para evitar estos problemas.
Esta información va a ser de tu interés seguro: cómo prevenir y eliminar los puntos negros y las espinillas, ¡para siempre!
Remedios caseros
Los remedios caseros también pueden ser un gran aliado para acabar con los comedones y evitar que te salgan más en el futuro.
Existen muchos ingredientes que pueden serte útiles, como la clara de huevo, el azúcar blanco con aceite de oliva virgen extra (para pieles normales o secas), el azúcar moreno con limón recién exprimido (para pieles mixtas o grasas)…
Solo tendrás que escoger los ingredientes que mejor te funcionen según cuál sea tu tipo de dermis. Lo bueno que tienen los remedios caseros es que sabes que todos sus compuestos son totalmente naturales.
Hacer el tuyo propio es más fácil de lo que te imaginas, descúbrelo en el siguiente link: cómo hacer un exfoliante casero en casa.
Además, tendrás la facilidad de que si alguno de sus ingredientes no te funciona bien por el motivo que sea, solo tendrás que cambiarlo por otro que creas que es mejor para tu cuidado dérmico.
En estos links vas a encontrar exfoliantes que puedes comprar en el mercado actual, ¡quizá encuentres el que se adapte a ti!
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Como ves, los comedones son problemas dérmicos muy habituales y está en tu mano que puedas acabar con ellos lo antes posible y lo más importante, evitar que te salgan más en el futuro, ¡apuesta por un rostro suave y bien cuidado!