Cómo lavarse la cara: todos los pasos que debes seguir

¿Te lavas la cara todas las mañanas? ¿Solo por las mañanas? ¿Lo haces con agua y jabón únicamente? Si respondes que sí a todas esas preguntas no lo estás haciendo bien. Por eso, vamos a descubrir cómo debes lavarte la cara correctamente.

Es igual de importante que lavarte los dientes tres veces al día o las manos antes de comer o cada vez que las tienes sucias.

No es algo que nos inculquen desde pequeños y eso, debe cambiar. Pero nunca es tarde si la dicha es buena y si quieres aprender a hacerlo bien, estás en el camino y el lugar correcto.

Vamos a indicarte cómo tienes que lavarte bien la cara y así asegurar un buen cuidado dérmico facial. Hay unos pasos que debes seguir todos los días, y además, dos veces al día cómo mínimo: por la mañana y por la tarde.

Otros momentos importantes serían por ejemplo, después de hacer ejercicio o en días de calor, donde has sudado y tu rostro requiere de una limpieza.

Vence a la pereza para una buena salud dérmica facial

Quizá pienses que lavarte la cara todas las mañanas ya supone un esfuerzo y que hacerlo dos veces al día puede ser incluso aún más engorroso, y más si tienes que seguir demasiados pasos para conseguirlo. Nada más lejos de la realidad.

Cuando tengas unas rutinas establecidas de limpieza y cuidado facial no te resultará tedioso en absoluto.

Si tienes dudas de cuál es la más adecuada para tu piel, aquí recomendamos la mejor.

Más bien lo contrario, te darás cuenta de lo beneficioso que es para tu dermis y lo harás gustosamente mientras cuidas tu rostro y lo mantienes joven y radiante todos los días.

Los dos momentos más importantes son al despertar y antes de ir a dormir y claro, quizá tengas que vencer al principio a la pereza.

Por la mañana recién levantada puede que vayas con prisa para salir de casa, y por la noche que estés cansada de tu largo día.

En realidad, no importa si no tienes ganas, deja a esa pereza a un lado y saca esa fuerza de voluntad que anida dentro de ti para que tu salud dérmica mejore día tras días.

En caso de no hacerlo, a largo plazo, podrías tener consecuencias nada deseables.

Podrías acabar teniendo acné como si de un adolescente en pleno desarrollo se tratase, manchas, inflamaciones, ojeras, bolsas, rojeces, arrugas prematuras, un rostro apagado… parecerás mayor de lo que en realidad eres.

Pero esto podrás evitarlo si te lavas el rostro todos los días. A largo plazo lo agradecerás, y lo mejor, no podrá pasar un día sin que lo hagas porque así será como cuando te mires al espejo, te gustará lo que veas.

Por qué por las mañanas y por las noches

Tienes que interiorizar que deberás lavar tu rostro todas las mañanas y todas las noches. Sin excepción, incluso en esos días en que te sientas más cansada.

Los lavados extra solo son cuando has sudado, y más veces no es necesario porque podría ser perjudicial para tu salud dérmica.

Si te lavas la cara más veces de las necesarias, acabarías haciéndote daño al eliminar la barrera protectora de tu piel. Te saldrían rojeces, sequedad… tendrías la piel expuesta a las agresiones externas y eso, no es algo que quieras que te ocurra.

Haciéndolo las veces necesarias eliminarás correctamente todas las impurezas que tienes, y se te quedará una piel limpia, con menos probabilidades de tener granos o puntos negros.

Debes saber que por la noche es muy importante que también lo hagas, porque se regenera mientras duermes.

Para que pueda regenerarse correctamente deberás dejar tu piel limpia y libre de impurezas, en caso contrario, no podrá hacerlo y tendrás problemas dérmicos a corto o largo plazo.

Además, cuando tienes el rostro totalmente limpio, es cuando lo dejarás preparado para empezar los cuidados con los cosméticos adecuados.

Esto implica que después de tu limpieza facial, podrás continuar con los siguientes productos en el orden que te ponemos a continuación:

  • Sérum facial
  • Contorno de ojos
  • Crema hidratante
  • Protector solar (siempre que salgas de casa)

Pero antes, tienes que hacer una buena limpieza facial y a continuación te vamos a explicar cómo hacerlo para que puedas tener un rostro totalmente limpio y libre de impurezas.

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Cómo lavar la cara: paso a paso

Tienes que hacerlo bien, con los productos adecuados y en el orden correcto.

Lavarte la cara con agua y jabón parece buena opción, pero es insuficiente. Necesitarás un desmaquillante en caso de que te maquilles, un limpiador facial y por supuesto, un tónico para cerrar el ciclo de limpieza y preparar el cutis para el resto de cuidados.

Aquí te dejamos una selección de los mejores limpiadores para la cara, y esta otra lista para la piel masculina.

Usa siempre agua tibia para sentir comodidad en tu rostro todo el tiempo. Si usas agua muy fría o muy caliente podrías irritarla e incluso resecarla.

Escoge un producto que se adapte a ti, no te fijes en el precio cuando lo compres, fíjate en la calidad… es decir, en sus ingredientes (naturales y químicos).

Escoge la textura que te guste más o la que mejor te vaya dependiendo de tus características dérmicas. Puede ser textura en gel, acuoso, oleoso, espuma, leche… dependerá de lo que quieras con ese producto.

Siempre que te laves la cara nunca tendrás que frotar, siempre con movimientos suaves, tanto si utilizas cosméticos que requieran discos de algodón o aquellos que se usan con las manos para después enjuagar con agua.

Lo que importa es que en ningún caso hagas movimientos bruscos o frotes demasiado porque podrías acabar irritando la piel, o causándote problemas dérmicos y envejecimiento prematuro.

Para que te quede más claro cómo tienes que hacerlo, sigue estos pasos y lo harás perfectamente:

  • Usa tu desmaquillante habitual de confianza en caso que estés maquillada
  • Lava tu cara, cuello y escote con agua tibia y jabón
  • Enjuaga y seca tu rostro suavemente
  • Aplica el tónico facial en el rostro, cuello y escote

A continuación de tener el rostro totalmente limpio, entonces podrás pasar al uso de cosméticos para el cuidado facial, tal y como te hemos comentado más arriba.

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La constancia es la clave del éxito

Si realmente quieres conseguir buenos resultados, deberás hacer esto todos los días, sin excusa. La constancia es la única manera de conseguir que tengas una piel bien cuidada todo el tiempo.

Si te limpias un día sí y otro no, no conseguirás buenos resultados.

Tampoco te servirá si limpias tu rostro por la mañana pero no por la noche… Por eso, debes ser consciente de la importancia y sobre todo, hacerlo sin pereza cada día.

Así evitarás las consecuencias negativas de no tener el rostro limpio.

Tu rostro es la parte que más expuesta está a las inclemencias climáticas, a la contaminación, etc., y es por eso que merece una atención mayor. Si no la cuidas, no te extrañes cuando tengas un envejecimiento prematuro, manchas dérmicas, ojeras, bolsas, código de barras alrededor de los labios…

Por lo tanto, ahora que ya sabes cuáles son los pasos a seguir para lavarte la cara, no tienes excusa para tener el rostro totalmente limpio y listo para lucirlo siempre con un aspecto joven y sublime.

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