La exfoliación es un tratamiento que consiste en eliminar las células muertas de la superficie de la piel y al ser un paso básico tanto del cuidado del cuerpo como del cutis, existen métodos muy conocidos creados para realizarlo satisfactoriamente, como el cepillo exfoliante.
Este utensilio es un gran aliado a la hora de remover las impurezas y concederle a la dermis una apariencia sana, suave y por supuesto, libre de suciedad.
Pero a gustos los colores y sobre todo hoy en día, pues hay un sinfín de herramientas específicas diseñadas para destaponar los poros, purificar, limpiar y, en definitiva, dejar un tejido dérmico impoluto.
Y es que el cepillo exfoliante no es el único ítem que exfolia eficazmente, ya que también existen otros productos para tal fin, como por ejemplo las lociones químicas, las enzimáticas, las mecánicas, las naturales etc.
Sin embargo, hoy nos centraremos en él, y por eso hemos elaborado este artículo para explicarte con todo detalle todo lo que tienes que saber sobre el cepillo exfoliante: su definición, para que sirve y como usarlo, además de darte las principales pautas para acertar con tu elección y otra información muy interesante.
¿Te apetece descubrir todo lo bueno que puede aportarle a tu piel este sorprendente útil de cosmética? No te pierdas este post y descubre si el cepillo exfoliante puede llegar a ser tu instrumento de belleza perfecto… o no.
Indice
¿Qué es un cepillo exfoliante?
El propósito del cepillo exfoliante es el de ayudar a suprimir la suciedad, impurezas y cualquier deshecho adherido en la capa superior de la piel que obstruya los poros.
Aunque mucha gente se salte esta fase, se trata de una rutina de limpieza semanal esencial.
Debes saber que existen cepillos exfoliantes corporales y faciales, aparte de que ambos han sido ideados con unas cerdas aptas para ejercer la exfoliación, sin dañar el tejido cutáneo; está dermatológicamente comprobado.
La finalidad de este ítem es brindar unos resultados positivos en cuanto a limpieza, frescura y suavidad, mejorando el estado de la dermis lo máximo posible y preparándola para que esté lista para aplicar posteriormente los tratamientos que desees; ya sean cremas, aceites, etc.
¿Cómo sé cuál elegir?
Hay dos tipos de cepillos exfoliantes y dentro de cada grupo un abanico muy amplo de posibilidades, según tus criterios y necesidades.
Las primeras versiones que se inventaron y que mucha gente prefiere frente a la innovación, son los manuales.
Las que poseen una sofisticación mayor y funcionan mediante vibración remota son los eléctricos.
La tipología del cepillo es indiferente, lo importante es que muestre eficiencia y logre limpiar, exfoliar y masajear, sin complicaciones.
Y como somos conscientes de que la tarea de elegir uno es bastante difícil, te lo queremos poner un poco más fácil presentándote las características que reúnen:
El método de uso
Los cepillos convencionales funcionan mediante el movimiento de la propia mano y una misma puede regular la presión, pero los automáticos, tienen distintos sistemas para llevar a cabo la acción.
Así que, en este caso, vamos a centrarnos en el funcionamiento de los eléctricos, puesto que pueden contar con tecnología de rotación o con la vibratoria.
Por lo general, los ítems con tecnología de vibración se consideran menos agresivos que los rotativos, puesto que realizan la exfoliación más suavemente, en especial si se trata de la tez.
El material de las cerdas
Pese a que hay muchas personas que no le dan importancia, es primordial que las cerdas de los cepillos exfoliantes posean una textura muy suave y agradable.
Nuestro consejo personal es que optes siempre por aquellas que sean fácilmente lavables y que no acumulen humedad entre sus huecos para impedir la reproducción de bacterias, así como de hongos que podrían ser perjudiciales.
Y con respecto al material, preferiblemente te recomendamos que sean lo más natural posible y con puntas redondeadas para evitar que tu piel pueda dañarse durante la exfoliación.
El Tamaño
La medida del cepillo es otro aspecto que deberás tener en cuenta, con más ahínco en ciertas cuestiones como, por ejemplo, si sólo vas a usarlo en la cara o también en el cuerpo, además de tener presente si va a ser exclusivo para utilizar en casa o vas a querer llevártelo de viaje, entre otros criterios.
Si tu intención es adquirir un cepillo sólo para el rostro o para llevar contigo, lo idóneo es buscar una alternativa versátil de poca envergadura que puedas manejar con más facilidad por todas las áreas a tratar y te quepa en cualquier sitio.
Por el contrario, si buscas uno para el cuerpo o para ambas zonas y tienes claro que no vas a llevar a ninguna parte, el cepillo exfoliante grande será tu mejor decisión. ¿Con cuál te quedas?
Los accesorios y recambios
Algunos cepillos exfoliantes están equipados con funciones extra que facilitan la exfoliación, como esponjas, masajeadores, y/u otras funciones adicionales que aumentan la usabilidad.
Otros modelos más avanzados, asimismo vienen con otro estilo de cepillo que puede acoplarse al aparato y usarse en todo tipo de regiones, tanto del cuerpo como de la cara.
Es importante que te fijes bien en los accesorios complementarios del producto para saber si te van a servir o no.
La velocidad de acción
Cuando se trata del cepillo rudimental, la velocidad la controla una misma, puesto que el movimiento lo realizas con tu propia mano.
No obstante, cuando estamos hablando de la versión automática la cosa varía, puesto que existen algunos que apenas poseen dos tipos de velocidades distintas (más o menos rápido) u otros que permiten regularla a nuestro antojo.
A la par, otros modelos incluyen un temporizador que garantiza su uso el tiempo justo para evitar la sobre exfoliación.
Todos son válidos, siempre y cuando tengamos presente que no debemos excedernos, en especial con los convencionales o que no llevan agregado el temporizador en su sistema.
Otras características adicionales
Al igual que otros utensilios, el cepillo exfoliante ha avanzado en cuanto a cualidades innovadoras y una de las más exitosas es la de algunos que son resistentes al agua.
Este dato es muy interesante, pues nos concede poder llevar a cabo la aplicación bajo la ducha.
Sin embargo, si ni siquiera se te ha pasado por la cabeza usar el aparato bajo el agua, mejor omitir esta capacidad en tu selección.
Recuerda que contra menos añadidos tenga, más barato será su valor en el momento de la compra.
El precio final
Si buscas un ahorro económico de gran magnitud, el cepillo manual será tu mejor baza, independientemente de su tamaño, dado que no suelen ser caros.
Pero, como ya hemos mencionado, los modelos automáticos que cuentan con más accesorios y funciones adicionales (resistencia al agua, temporizador, etc.) el coste es más elevado.
Guíate por tu instinto, tu poder de adquisición y tus necesidades para valorar qué tipo de cepillo exfoliante precisas.
Beneficios del cepillo exfoliante
Ahora que ya te hemos ofrecido una miniguía para orientarte en tu compra, ha llegado el momento de conocer las verdaderas ventajas que este utensilio nos brinda, además de la ya conocida limpieza:
A nivel facial
- Liquida las células muertas y repara el tejido celular cutáneo.
- Suprime los brillos, regula el sebo y brinda un semblante más uniforme.
- Otorga más luminosidad.
- Favorece la tonalidad de la piel.
- Suaviza la tez.
- Activa la circulación, estimula la generación del colágeno y la elastina, permitiendo la oxigenación, es decir, retrasando el envejecimiento y la aparición de los signos de la edad como la flacidez, las arrugas y líneas de expresión, entre otros.
- Prepara la piel para posteriores tratamientos, mejorando la absorción de los activos hasta las capas más hondas.
A nivel corporal
- Es el compañero perfecto para reducir visiblemente la celulitis.
- Otorga suavidad al tacto y la vista.
- Aumenta las endorfinas.
- Suprime cualquier impureza y residuo.
- Activa la circulación sanguínea y promueve el sistema linfático.
- Deja la piel lista para la depilación, evitando la aparición de pelos enquistados.
- El cuerpo está a punto para recibir los activos de otros cosméticos en profundidad, penetrando satisfactoriamente en todas las capas de la epidermis.
¿Cómo y cuándo lo uso?
La frecuencia del uso del cepillo exfoliante se regirá en base a nuestro tipo de piel, siendo lo más recomendable de una a dos veces por semana.
Eso sí, las dermis que muestren una mayor sensibilidad necesitarán más días de descanso entre aplicación para evitar empeorar su estado.
La única excepción es si tu cometido es utilizarlo como método anticelulítico, pues deberás llevar a cabo una aplicación diaria.
Exfoliación facial. El procedimiento en el cutis es muy sencillo, basta con que lo laves con agua atemperada y lo humedezcas.
Prosigue con el cepillo mediante un suave masaje y si quieres una mayor efectividad en los resultados, hazlo con un gel o crema.
Es imprescindible que masajees con cuidado y que no te cause dolor, así como plantearte cambiar de cepillo si notas irritación o rojeces en la dermis.
La aplicación tendrá una duración de 2 minutos aproximados, para asegurarte de acabar satisfactoriamente con todas y cada una de las impurezas presentes.
Para finalizar, retira el producto con abundante agua tibia y seca la dermis cutánea mediante leves toquecitos con una toalla de algodón ¡y listo para aplicar los siguientes tratamientos!
Exfoliación corporal. En el caso del cuerpo, lo ideal es realizar el mismo procedimiento, pero con la piel seca, incidiendo con movimientos en círculo por las áreas más afectadas por la celulitis (si es tu caso) y aumentando el tiempo hasta los quince minutos máximos para reactivar el organismo.
A continuación, date una ducha de abundante agua templada y tu piel estará preparada para aceptar de buen grato los posteriores tratamientos.
Los mejores aliados del cepillo exfoliante
Una pequeña pero gran ayudita es complementar el cepillo exfoliante con cosméticos repletos de propiedades, pues no sólo penetrarán de forma más efectiva y restaurarán la epidermis, sino que serán la alternativa perfecta para eliminar con mucha más facilidad las células muertas y los residuos sobrantes de la superficie dérmica.
Según tu condición de piel, podrán irte mejor unos u otros productos y en los siguientes apartados podrás descubrir qué activos van mejor con cada dermis:
- Sensible. Al ser más susceptibles, lo ideal es decantarse por cremas higienizadoras suaves que estén elaboradas a base de ingredientes naturales, exentas de químicos, alcohol, perfumes y cualquier agente irritante.
- Seca o falta de vitalidad. Lo más recomendable en este tipo de dermis, por su falta de hidratación, es una pomada limpiadora que cuente con activos nutritivos e hidratantes para revitalizarla de nuevo y despedirse de la sequedad, como por ejemplo la jojoba o el aceite de almendras dulces.
- Mixta o grasa. Un gel limpiador purificante será el más adecuado en estos casos, puesto que, en conjunto con el cepillo exfoliante, la grasa sobrante se eliminará y ayudará en gran medida a la regulación del sebo, favoreciendo que las glándulas sebáceas trabajen más equilibradamente.
- Normal. Y cuando una piel está en condiciones y no sufre ninguna condición indeseada, lo idóneo es un gel limpiador que refresque y que contribuya a una limpieza más exhaustiva para mantenerla siempre en un óptimo estado.
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¿Tiene contraindicaciones?
Lo cierto es que sí, pueden aparecer efectos adversos con el cepillo exfoliante sobre todo por un uso inadecuado, como por ejemplo excederte del tiempo en la aplicación, o bien, en el caso del rostro, si lo haces demasiado a menudo.
Esto se produce por una modificación en la barrera lipídica que la debilita, creando una mayor sensibilidad de la dermis, es decir, pierde sus defensas y queda desprotegida frente a cualquier amenaza externa.
El dictamen está claro como el agua, no hay la menor duda de que el cepillo exfoliante es una herramienta muy útil para mejorar el aspecto, tanto del cuerpo como de la cara, facilitando la exfoliación semanal.